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Maquinaria y equipos seguirán costosos por dólar y logística: IMOCOM

Por Germán Enrique Núñez Torres / DIARIO LA ECONOMÍA

La importación se ha encarecido como consecuencia de las dificultades en transporte, la escasez de materias primas y a nivel local el repunte de una tasa de cambio que sigue escalando.

El mundo no alcanzó a imaginar el tremendo problema en el que estaba entrando hace unos meses cuando vino la crisis internacional de la logística y con ella el rompimiento de la cadena global de suministro, un apuro de marca mayor porque la falta de contenedores y navieras disparó los costos de la carga, que justamente se fueron al alza, a tal punto que las mercancías que iban de Asia a América Latina pasaron de 2.000 o 2.500 dólares a 18.000 dólares, la locura porque con ello arribó una inflación espantosa.

Es claro, no se trató de una situación coyuntural, los precios crecieron de forma alarmante en las materias primas cuando las hubo y sucedió que muchos bienes prácticamente listos para su entrega no viajaron a los destinos trazados ya que a última hora faltó un componente que no pudo implementado ya que se hizo imposible conseguirlo, fabricarlo o transportarlo. En síntesis, el reporte de unos precios desbordados no fue un inconveniente parcial, apareció para durar largo rato en desmedro de la industria, el sector primario y todo lo que tiene que ver con transformación de materias primas, un fenómeno que redundó en escasez, carestía y angustia.

En medio de los efectos que trajo la pandemia de Covid-19, hubo empresas que aguantaron el embate, eso sí, asumiendo unas cifras menores a las acostumbradas porque con la contracción mundial de la economía vino una parálisis en la demanda de bienes y servicios lo cual involucra maquinaria, equipos y tecnología para las empresas.

En 2020 cuando la pandemia se manifestó con mayor rigor, las ventas de máquinas, herramienta y todo lo atinente a equipos colapsó porque nadie adquirió unos aparatos que no tendrían la tasa de retorno correspondiente en vista que a duras penas algunos mantenían sus negocios abiertos, esperando la reactivación y el despertar de la demanda interna, un tema que registró el mundo entero en todos sus sectores productivos.

Si bien, en 2021 la economía repuntó y fue visible el reavivamiento de la industria, no todos recuperaron el terreno perdido porque las compras que volvieron ayudaron a nivelar compañías que por lo menos no perdieron plata el año anterior pues pasaron a «ras con apenas». Algunas compañías importadoras de equipo y tecnología quemaron el año viejo con algún optimismo por cuanto lograron unos pedidos aceptables para arrancar de buena manera el 2022 que ya muestra otra cara.

La vigencia que llega a la mitad del primer bimestre hace que muchos no hagan cuentas aún sobre recuperación y mejor comportamiento de la economía, habida cuenta que históricamente el proceso electoral ha operado como palo en la rueda por la incertidumbre y el nerviosismo que suele generar, un asunto de siempre y en todas las latitudes porque desacelera en ocasiones los procesos de inversión y el mismo arranque de proyectos, algo que los industriales han dicho recurrentemente cuando se aborda el tema.

En charla con Diariolaeconomia.com, el Gerente General de IMOCOM, Pablo Etter, aseguró que el año que recién despunta tiene lecturas interesantes porque dejará muy buenos reductos a unos sectores empresariales y algunos inconvenientes a otros, todo por la pandemia que aún persiste, la crisis global logística y sus arandelas, pero también la tasa de cambio que dificultará muchos procesos.

Cabe anotar que IMOCOM es una empresa líder en soluciones industriales así como de construcción e infraestructura que nació en 1952 cuando logró afianzarse como distribuidora mayorista de productos de ferretería fabricados en territorio asiático. Con el tiempo la firma comercializó con rotundo éxito bienes de capital en favor del crecimiento de empresas de metalmecánica y plásticos en esencia.

Para Pablo Etter, hay dos frentes importantes que invitan al análisis sobre el comportamiento de los equipos y las herramientas en las actuales circunstancias, de un lado, anotó, están las empresas que se ubican en sectores donde la economía está activa y por ello podrán responder con inversiones en sus firmas.

“La primera premisa es que la empresa necesite ampliar bien sea su capacidad de producir, renovar los equipos y mirar nuevos mercados. Esas empresas que deben tener una salud financiera plena y una proyección que les permitirá acometer proyectos van a tener las siguientes sorpresas, uno, todos los equipos y las maquinarias, internacionalmente subieron de precio y elevaron su valor porque los insumos para fabricar máquinas igualmente se encarecieron debido a la escasez, un listado en donde entran los componentes para armar los artefactos y el acero, también motores, rodamientos, engranajes, ejes y cables por citar algunos”, expuso el señor Etter.

Indicó que frente a ese panorama los precios de la maquinaria, globalmente hablando, han tenido aumentos extraordinarios, en algunos casos, incrementos muy notorios y en el tema particular de los bienes de capital, IMOCOM ha observado aumentos que oscilan entre el cinco y el 25 por ciento para todo el mundo.

Si a lo anterior, precisó el Gerente General de IMOCOM, el industrial que adquiere equipo le aplica la devaluación del peso, que en el último año se acerca al 16 por ciento, verá un impacto estimable en el costo final de las máquinas con el inconveniente que la tendencia se mantiene, haciendo más traumático hablar de precios siquiera cómodos con la moneda según los expertos, más devaluada del planeta.

Etter anotó que ya el mayor precio del dólar e inclusive los sobrecostos por logística se ven en utensilios o artículos corrientes adquiridos por las personas y en los carros, motos y celulares, los valores están vertiginosamente disparados por los factores ya señalados.

Otro sector afectado es el del plástico, materia prima importante para engranajes y máquinas de igual forma, un insumo que reportó subidas sustanciales en su cotización por tratarse de derivados del petróleo, commoditie que tuvo una caída atroz de precio en la pandemia, pero hoy con una recuperación de sus costes por encima de los niveles pre-pandémicos, no en vano el hidrocarburo se acerca a los 100 dólares por barril, algo que ha incidido en la carestía de los equipos.

Logística, fletes y transporte, otro talón de Aquiles

Como si los problemas no fueran suficientes, hay un factor que afecta, no solamente la maquinaria sino las materias primas y todo lo que requiere transporte, pues la crisis logística global es demasiado fuerte, un fenómeno que condujo al aumento descomunal de los fletes, particularmente los de Asia y de países como China, Japón, Taiwán y Corea entre tantos que son proveedores muy importantes en Colombia.

A manera de ejemplo, los fletes con esos orígenes asiáticos, ilustró el Gerente General de IMOCOM, en la pre-pandemia, un contenedor de 40 pies proveniente de China, en donde fácilmente podían acomodarse tres tornos, se pagaba puerto de origen y destino Buenaventura, entre 3.500 y 4.200 dólares, a la fecha esas tarifas subieron a niveles de 17.000 dólares, es decir cuatro veces el valor de hace unos meses, un ítem que impacta el valor de las mercancías.

Más crítico, aseveró Etter, es que ante la escasez de componentes para fabricar los equipos y las alzas de precios, el desabastecimiento es muy agudo y preocupante porque muchas partes y dispositivos no se encuentran en el mercado, un hecho que hace que algunos fabricantes fundamenten en esa insuficiencia, la subida excesiva de los precios.

“Hoy la palabra descuento no existe, quedó desterrada de las negociaciones pues el industrial paga lo que le digan los encargados del suministro de bienes básicos, maquinaria, tecnología e inclusive alimentos y medicamentos, dejando por fuera una amplia lista de productos de primera necesidad. Como si los problemas no fueran gigantes, quienes importan deben someterse a los largos tiempos de entrega impuestos ahora porque no hay abastecimiento, hay dificultades en la fabricación de máquinas y luego llega el nudo del transporte, una situación muy difícil que hace que las industrias que no se organizaron para abastecerse de materias primas para poder elaborar, han tenido severas dificultades”, señaló Pablo Etter.

Recalcó, que sin embargo hay empresas e industrias que están favorecidas porque hay demanda por lo que hacen, una situación que en medio de todo es afortunada ya que les permite absorber el costo de los equipos adquiridos, eso sí, trasladando el sobrecosto de la inversión al producto fabricado.

Calzado y ropa colombiana retoman su mercado

El empresario expuso que la industria del calzado que estuvo por largo tiempo desbarajustada en la época pre-pandemia porque enfrentó una competencia insostenible con calzados e inclusive prendas de vestir hechos en China y otros países del Lejano Oriente, muestra síntomas de recuperación porque el precio del flete en los bienes intermedios eleva los costos de importación, un contexto inmejorable para la fabricación local del zapatos que está renaciendo.

Un reporte alentador lo entregó Col Huellas de Cali, un fabricante importante de calzado con sede en la capital del Valle del Cauca, empresa que está abriendo almacenes en Colombia e inclusive exportando a destinos estratégicos en la región, lo que demuestra que la crisis internacional se ha convertido en una oportunidad porque hay desabastecimiento local de algunos bienes que estaba supliendo el producto importado.

A criterio de Pablo Etter, el nuevo escenario ha hecho que algunos sectores económicos estén demandando bienes de capital para optimizar la producción, un asunto que favorece a IMOCOM que se encarga de adelantar la importación de los mejores equipos y máquinas para las empresas que están reportando mayor dinámica.

Manifestó que la preocupación de algunos fabricantes de tractores no es fortuita porque hay producto terminado que no ha podido ser despachado por falta de algún componente, una complicación nada mínima, pero del mismo modo compleja porque si no hay fabricación total, no puede haber comercialización de aparatos. Como quiera que sea, indicó el reconocido empresario, el país y todos en el globo tienen que acomodarse al nuevo contexto de comercio y convivir con la abrupta realidad.

En el caso puntual de IMOCOM, la dificultad favoreció la empresa por su rígida organización, un factor que ofrece mejores posibilidades de resolver problemas.

Etter dijo que el mundo ha generado tantos cambios que inclusive en transporte las tendencias son otras. El Gerente General de IMOCOM se refirió a la empresa Pasar, un operador logístico que maneja dentro de su portafolio un servicio conocido como Pasar Express, el mismo que le hace el servicio de paqueteo a Amazon. Pasar, afirmó el contertulio, sostuvo que es impresionante el aumento de compras online, una tendencia que hace que la distribución de mercancías aumente a una velocidad increíble, tanto que la compañía avizora que llegará a 27.000 paquetes por día.

Ante ese escenario, empresas como ésta va a requerir innovación y equipos de última generación como sistemas de clasificación y recibo de las mercancías con lo cual pueden garantizar seguridad, celeridad y eficacia, una nueva oportunidad para IMOCOM, firma que ha encontrado muchas oportunidades para hacer cosas, un estado tan real en la firma que la tiene totalmente ocupada, una señal grata de recuperación que permite augurar, gracias al visible repunte, un buen ejercicio.

La línea de mecánica industrial que se surte generosamente de tornos, fresadoras, taladros y otro tipo de equipos, no ha sido la excepción y vio subir los precios, asunto que se complicó por los extensos tiempos de entrega, de todas maneras IMOCOM y otras empresas del ramo han hecho ingentes esfuerzos y han podido importar, lo que hace que quienes van a las vitrinas miren, elijan y pueda comprar, es decir que máquinas sí hay, sencillamente, con reajustes que rondan el 30 y el 35 por ciento, algo muy duro, pero que logra sortearse con actividad en unos nichos de mercado muy demandados.

En materia de equipos y fabricación doméstica, Etter destacó las 750.000 motos vendidas en 2021, unas máquinas fabricadas mayoritariamente en Colombia, algo muy favorable lo que ratifica el altísimo nivel de ensamble que tiene el país en esa y en otras líneas. Las fábricas lograron resolver el lío logístico y pudieron comercializar sus motocicletas sin ningún trance. Sencillamente demostraron que la cadena de suministro para ese sector operó con eficacia.

Otro buen ejemplo es Mabe en Manizales, que fabrica en promedio 3.800 neveras por día, unas 114.000 mensuales y más de 1.3 millones de unidades año, una producción importante que exporta el 55 por ciento a Ecuador, Perú, Chile y Centroamérica. No menos interesante es lo que hace en renovación de viviendas la empresa Socoda de Medellín, una firma muy fuerte en cocinas integrales que también muestra crecimiento y toda la sostenibilidad medida desde la demanda.

“Hay que decir que Colombia sale fortalecida de la pandemia lo que deja ver que el Gobierno hizo una buena tarea porque sin duda el país está mucho mejor que otras latitudes”, puntualizó Pablo Etter.

IMOCOM celebra 70 años como todo un paradigma de empresa sobre la cual se ha apalancado el desarrollo de miles de industrias que a través de una firma sería y totalmente consolidada, lograron innovar y potenciar plantas de producción con equipos, máquinas y herramientas de avanzada, totalmente confiables, de alto rendimiento y hechas a la medida para la elaboración de diversos productos.

Esta firma que dio sus primeros pasos en Colombia, demostró que gracias a un portafolio robusto sería exitosa y muy ganadora, no solo en el territorio sino en otros países, fue así como abrió distribución en Ecuador, Venezuela y México.
Dentro de su vademécum cuenta con secciones de mecanizado, manufactura metálica, construcción, plástico, grúas, aire comprimido, empaque, impresión 3D y software CAD, control de calidad, hidrocarburos, y tecnologías de proceso, proporcionando también servicios asociados como asesoría comercial, logística, capacitación y puesta en marcha, entre otros.

IMOCOM ha participado en importantes proyectos en Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Este aniversario pinta muy bien pues IMOCOM hizo una inversión importante en un centro de manufactura aditiva, con lo cual demuestra que no solo es vanguardista en soluciones sino que opera como referente de esta tecnología en el país y en Latinoamérica. La firma fue vital en el desarrollo del mercado nacional en impresión 3D, lo cual le permitió importar máquinas que son utilizadas en los departamentos de diseño de diferentes industrias. El nuevo eje provee a la industria de ingeniería.

La iniciativa hace parte de un trabajo que empezó hace 30 años, cuando su precursor Pablo Etter, vislumbró el futuro de la citada tecnología en momentos en que el software y el hardware, siendo parte de la avanzada digital, eran básicos o elementales para los bosquejos y los mismos proyectos. Hoy la manufactura aditiva es una realidad afortunada para el país y la región, partiendo que la impresión 3D goza de amplio reconocimiento en la fabricación de prototipos, un paso determinante en la industria puesto que con esta tecnología viene la manufactura de piezas en serie, toda una apuesta innovadora y revolucionaria.

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